La casa que tenía su propia Batcueva



Ya no es necesario ser un millonario heredero que por las noches sale a impartir justicia para disponer de una entrada secreta a tu garaje.

Basta con tener fachada a la calle e instalar un ingenioso sistema que convierte lo que aparentemente es una pared con su ventanal en el acceso para tu Batmóvil.
Se terminaron los problemas para encontrar aparcamiento.

Y además con estilo y sobre todo con discreción, mucha discreción. Ningún transeunte podría adivinar que tras la fachada de tu casa se esconde la entrada del garaje. Esa falsa fachada que cuando te aproximas con tu vehículo y activas el mando a distancia se abre evitando que deambules por la zona en busca de una zona de parking.



La fachada de la casa estaba considerada por al Ayuntamiento de la ciudad como histórica y no podía alterarse, así que hubo que agudizar el ingenio. Una solución con estilo, que armoniza con el estilo arquitectónico habitual en San Francisco.

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